Cuando
hablamos de este equipo espectacular la pregunta que se
impone es ¿fue este el mejor equipo de básquetbol de la
historia? Seguramente la respuesta en la mayoría de los
casos sería positiva. Y cómo no decirlo si este equipo contaba
en sus filas con el mejor jugador de la historia Michael
Jordan acompañado de otros grandes jugadores como Scottie
Pippen, Dennis Rodman, Ron Harper, Luc Longley, Tony Kukoc,
Steve Kerr entre otros, quienes eran dirigidos nada menos
que por Phil Jackson.
Sólo
el hecho de tener un plantel tan increíble como este bastaría
para decir que es uno de los mejores, pero si a esto le
agregamos que tienen el récord de partidos ganados en la
temporada regular de 72 triunfos en 82 juegos la importancia
es aún mayor. A estos 72 partidos ganados, se le suman los
15 ganados en play-off con sólo 3 derrotas en la postemporada.
Este impresionante récord resalta si le agregamos que los
equipos de la NBA juegan 3 y hasta 4 partidos por semana
lo que hace muy difícil mantener un nivel tan alto de juego
y además viajando por todo EE.UU. e inclusive viajando a
Canadá para jugar uno y otro partido. Otro factor a considerar
es que el promedio de edad del quinteto titular de esos
Bulls era de 31 años (Jordan 33, Harper 32, Pippen 30, Rodman
34 y Longley 27) lo que podría hacer pensar que la exigencia
de este frenético ritmo de partidos pasaría factura en algún
momento con lesiones y desgaste físico que hiciera bajar
el nivel. Pero lejos esto, el equipo parecía estar cada
vez más fino y jugando mejor partido a partido.
Repasando
los números que tuvieron estos jugadores a lo largo de la
temporada podemos ver que el goleador no podía ser otro
que Jordan con un promedio de 30 puntos por juego acompañado
de 6 rebotes 4 asistencias y 2 robos, números que lo llevaron
a ser elegido el MVP de la liga. Otro número que resalta
son los 15 rebotes por partido que capturó Rodman con sus
apenas 2 metros de altura, logrando vencer a todo pivot
rival que se pusiera a su frente. Esta falta de altura la
suplía con una gran entrega y muchas mañas que sacaban de
sus casillas a los rivales. Qué decir de un Pippen que en
silencio siempre aportaba mucho para el equipo y los números
así lo muestran, culminando con un promedio de 19 puntos,
6 rebotes, 6 asistencias y 2 robos por encuentro. Claro
que la magia de Jordan hacía pasar desapercibido en ocasiones
su trabajo. Por si esto fuera poco, desde la banca llegaban
hombres como Kukoc que con sus 2.11 de altura se abría a
tirar de 3 puntos y era una pesadilla para sus rivales siendo
elegido el mejor sexto hombre de la liga. Y Steve Kerr que
parecía no fallar cuando lanzaba al aro culminando con el
mejor promedio en todos los rubros del plantel (50.6% en
dobles, 51.5% en triples y 92.9% en libres). Sin dudas un
equipo temible.
Qué
se puede hacer frente a un equipo con tantas variantes de
juego que derrotaba a todos sus rivales uno tras otro, mostrando
un nivel de juego que difícilmente se vuelva a ver, y que
logró mantenerlo durante toda la temporada.
Montevideo,
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